lunes, 28 de enero de 2013

AMOR SILENCIOSO...

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AMOR SILENCIOSO

El amor silencioso


En los momentos en los que estas en silencio y paz,
la Vida habla a través de ti. 
 
A veces llega como simple alegría. 
O como amor. 
 
Permanece atento a ella; escucha tu corazón. 
 
Es el corazón de la Vida Misma. 
Sólo hay un ser. 
 
El que nos habla desde lo más profundo 
de nosotros mismos 
es nuestro verdadero Ser.
 
Melvyn Wartella
 
EL SILENCIO ES...


La capacidad de pensar sin cabeza,
La capacidad de volar sin alas,
La capacidad de caminar sin pies,
La capacidad de observar sin perturbar,
La capacidad de escuchar sin interrumpir,
La capacidad de palpar sin crear incomodidad,
La capacidad de disfrutar la flor sin robarle su aroma 
y sobre todo la capacidad de entrar en ti y ver tu realidad.


La verdad solo se puede conocer en absoluto silencio.
No solo el silencio de afuera es necesario, sino también el silencio interior.
 
Si al cerrar tus ojos tu mente está en silencio la puerta está abierta 
para conocer la realidad que te anima a vivir.
 
Esa única realidad que llena tu alma de luz y claridad.
 
Sin el silencio, tu alma no tiene claridad, no tiene luz.

El silencio es la atmósfera 
que el amor necesita 
para que tu alma brille.
El silencio en un lado y el amor en el otro, 
le dan alas a tu corazón.
 
Esa belleza y esa armonía han sido perdidas
 debido a la ira, al orgullo etc.. 
esto es lo que significa la falta de silencio.
 
Todas las preguntas están listas para ser respondidas, 
sin importar que profundas sean. 
 
Simplemente entra en la paz del silencio, 
calma ese mar de deseos, ese mar de ilusiones, 
deja que la calma te invada, 
deja que el silencio te posea, 
en ese momento lo viejo desaparece 
 
Recuerda, el silencio es el vientre de donde nacen los sabios. 
 
Si deseas adquirir sabiduría, 
vuelve a nacer en medio del silencio...

Sólo así encontrarás tu razón de ser, 
la razón por la cual has nacido…
 
Deja el temor y permite que el silencio te posea, 
sólo en esa inmensidad podrás escuchar 
la voz de lo eterno dentro de ti, 
llamándote a vivir plenamente, 
llamando para darte a conocer
todos los misterios del universo 
y no solamente esto, 
también esa voz quiere darte a conocer 
el secreto de la vida eterna, 
pero cuidado, no creas en promesas, 
haz que esta se convierta en tu única realidad…
 
Sólo en profundo silencio, 
podrás comprender lo que significa todo esto 
y sobre todo el estar vivo…


La meditación es silencio, el silencio es meditación.
Cuando se paran los movimientos de la mente, 

cuando el parloteo deja su lugar a la inspiración, nace el silencio.
El silencio es inspiración.
El zazen es silencio, el silencio es concentración.
Los hombres mundanos van detrás de sus pasiones.
En el cojín, sentados, los sabios acompasan su respiración.


La paz es silencio, el silencio es meditación.
El sufismo es la quietud que emerge en los corazones de los enamorados de Dios.
Así el hombre calla, no puede haber dos.


El Uno es silencio, la palabra surge del Amor.
El Amor por tanto nace del silencio.
Amor es meditación.


La contemplación es silencio, el silencio busca a Dios.
Las lágrimas emergen cuando el peregrino rompe su espejismo y trasciende la ilusión. Cuando la sabiduría emerge, solo queda el alma enamorada del amor.
Dios se revela en el silencio, el silencio es meditación.


La majestuosidad el desierto es serena.
En su jaula revolotea el ruiseñor.


Después llega la noche y los grillos cantan su oración 
mientras los sabios rezan.
El silencio es oración, por tanto la oración es meditación.
El almuédano canta en la mezquita, 
su letanía despierta la devoción.
Gritando pide silencio, el silencio es el recuerdo de Dios.


La meditación es silencio, los gritos nacen del amor.
El amor es silencio, el silencio meditación.


La humildad es Amor, el Amor sabiduría, la sabiduría recogimiento, el recogimiento meditación.
Así la humildad es silencio y del silencio surge la revelación.


Solo estando en silencio se puede escuchar la voz de Dios.
Su tono es la melodía del firmamento, una semilla del amor.
El hombre medita para entrar voluntariamente en el gran silencio antes de que la muerte nos sorprenda en nuestra labor.
Todo bajo el cielo ha nacido del silencio.
 
 

En el silencio no hay temor.

 

El temor viene del ego, 
el ego es lo contrario de Dios.
La meditación derrota al ego. 
La meditación es el viaje hasta el Señor.
 
 
Diwan de los Pobres de Dios


RESPIRA AMOR.



La respiración es un acto rítmico.


Se compone de dos fases, inhalación y exhalación.


La respiración es un buen ejemplo de la ley de la polaridad: los dos polos, inspiración y espiración, forman, con su constante alternancia, un ritmo. Un polo depende de su opuesto, y así la inspiración provoca la espiración, etc. 
También podemos decir que un polo no puede vivir sin el polo opuesto, porque, si destruimos una fase, desaparece también la otra.


Un polo compensa el otro polo y los dos juntos forman un todo.

Respiración es ritmo, el ritmo es la base de toda la vida.

También podemos sustituir los dos polos de la respiración por los conceptos de contracción y relajación.


Esta relación de inspiración–contracción  y  espiración–relajación se muestra claramente cuando suspiramos. Hay un suspiro de inspiración que provoca contracción y un suspiro de espiración que provoca relajación.
Por lo que se refiere al cuerpo, la función central de la respiración es un proceso de intercambio: por la inspiración el oxígeno contenido en el aire es conducido a los glóbulos rojos y en la espiración expulsamos el anhídrido carbónico.


La respiración encierra la polaridad de acoger y expulsar, de tomar y dar.

Con esto hemos hallado la simbología más importante de la respiración.

Goethe escribió:
En la respiración hay dos mercedes,
una inspirar, la otra soltar el aire,
aquélla colma, ésta refresca,
es la combinación maravillosa de la vida
Todas las lenguas antiguas utilizan para designar el aliento la misma palabra que para alma o espíritu. Respirar viene del latín spirare y espíritu, de spiritus, raíz de la que se deriva también inspiración tanto en el sentido lato como en el figurado. En griego psyke significa tanto hálito como alma.
En indostánico encontramos la palabra atman que tiene evidente parentesco con el atmen (respirar) alemán. En la India al hombre que alcanza la perfección se le llama Mahatma, que textualmente significa tanto «alma grande» como «aliento grande». La doctrina hindú nos enseña, también, que la respiración es portadora de la auténtica fuerza vital que el indio llama prana.


En el relato bíblico de la Creación se nos cuenta que Dios infundió su aliento divino en la figura de barro convirtiéndola en una criatura «viva», dotada de alma.
Esta imagen indica bellamente cómo al cuerpo material, a la forma, se le infunde algo que no procede de la Creación: el aliento divino.


Es este aliento, que viene de más allá de lo creado, lo que hace del hombre un ser vivo y dotado de alma.


Ya estamos llegando al misterio de la respiración. La respiración actúa en nosotros, pero no nos pertenece.


El aliento no está en nosotros, sino que nosotros estamos en el aliento.


Por medio del aliento, nos hallamos constantemente unidos a algo que se encuentra más allá de lo creado, más allá de la forma.
 
El aliento hace que esta unión con el ámbito metafísico (literalmente: con lo que está Detrás de la Naturaleza) no se rompa.


Vivimos en el aliento como dentro de un gran claustro materno que abarca mucho más que nuestro ser pequeño y limitado —es la vida, ese secreto supremo que el ser humano no puede definir, no puede explicar— la vida sólo se experimenta abriéndose a ella y dejándose inundar por ella.


La respiración es el cordón umbilical por el que esta vida viene a nosotros.


La respiración hace que nos mantengamos en esta unión.
Aquí reside su importancia: la respiración impide que el ser humano se cierre del todo, se aísle, que haga impenetrable la frontera de su yo.


Por muy deseoso que el ser humano esté de encapsularse en su ego, la respiración le obliga a mantener la unión con lo ajeno al yo.


Recordemos que nosotros respiramos el mismo aire que respira nuestro enemigo. Es el mismo aire que respiran los animales y las plantas.


La respiración nos une constantemente con todo.


Por más que el hombre quiera aislarse, la respiración lo une con todo y con todos.

El camino del Amor
Con todo mi corazón
se los transmito.
Dannys

 

LA REGLA DE ORO: BENDICE TODO.

Bendice tu ciudad, tus gobernantes y a todos como los educadores, enfermeras, barrenderos, sacerdotes y prostitutas. Cuando alguien te muestre la menor agresividad, cólera o falta de bondad, responde con una bendición silenciosa. 
 
Bendice totalmente, sinceramente, gozosamente, porque esas bendiciones son un escudo que los protege de la ignorancia de sus maldades, y cambia de rumbo la flecha que te han disparado.
 
La regla de oro que todas las religiones enseñan es ésta: “No hagas a otro lo que no quieras para ti” o en positivo: “Todo lo que quieras que los demás hagan por ti, hazlo tu por los otros”
 
Esta regla se aplica no solo a nuestro comportamiento sino también a nuestros pensamientos porque los pensamientos son el origen de las palabras y de los comportamientos. Pensar bien de los demás es casi lo mismo que “no juzgar”, algo muy difícil de conseguir.
 
Bendecir y amar a los que nos agreden de palabra o de obra es una armadura impenetrable que impiden que las flechas que nos buscan nos hieran interiormente. 
 
Pueden herir nuestra sensibilidad y nuestro físico pero si nosotros no queremos, no pueden dañar nuestro ser más hondo.
 
Un relato sobre la aplicación de la regla de oro:
 
El Doctor Ritchie estaba con las tropas americanas que liberaron los campos de concentración nazis en los que se corrompían las víctimas del holocauso. Cuenta este doctor que conoció a un prisionero que aún se mantenía en pie, le brillaban los ojos y estaba radiante de salud. Como hablaba varias lenguas se convirtió en
traductor de los soldados americanos en sus esfuerzos por ayudar a los prisioneros a regresar a sus casas. 
Le llamaban Wild Bill Cody por sus bigotes que recordaban los del héroe del Far West. Este hombre estaba dotado de una energía infatigable. 
 
Después de jornadas de trabajo de 15-16 horas no mostraba el menor signo de cansancio mientras que Ritchie se caía de agotamiento. Cuando los papeles de Wild Bill llegaron a su despacho, Ritchie se quedó estupefacto al ver que aquel hombre llevaba en campo de concentración ¡desde…1939! Parecía imposible que un hombre hubiera sobrevivido con tan excelente salud en un ámbito físico y mental tan horroroso.
 
Sin embargo era un hecho indiscutible. Aquel hombre había compartido las mismas barracas infestadas de piojos, había comido la misma sopa infecta que había reducido en pocos meses a los demás prisioneros a ser piltrafas humanas. Pero él derrochaba vitalidad y energía. Además era la única persona con quien todos se entendían bien en aquel campo de concentración donde reinaban unas enemistades entre las diversas nacionalidades casi tan intensas como contra los alemanes.
 
Un día, en torno a unas tazas de te, cuando Ritchie hablaba de la dificultad que podían sentir los  exprisioneros para perdonar a sus verdugos nazis, Wild Bill contó su admirable historia:
 
Era abogado en Varsovia y vivía con su mujer y cinco hijos en ghetto judío. Un día los soldados alemanes llegaron al barrio, alinearon a todos contra un muro (excepto al abogado porque hablaba alemán) y los ametrallaron sin piedad. “Tuve que decidir entonces-dijo-si iba a permitirme odiar a los soldados que habían hecho aquello.De hecho fue una decisión fácil. Yo era abogado. En mi profesión había visto con demasiada frecuencia lo que el odio puede hacer en los espíritus y en los cuerpos de la gente.
El odio acababa de matar a las seis personas que eran para mi los seres más preciosos del mundo. Decidí en aquel momento dedicar el resto de mi vida fueran unos pocos días o muchos años  "a amar a cada una de las personas con las que entrase en contacto".
 
Lo notable de este relato, es que el abogado no tomó su decisión apoyándose en ninguna base “religiosa” sino simplemente sobre la base de su experiencia de la vida y sobre su constatación de que el amor regenera y el odio destruye al mismo que lo fomenta.
 
Hoy existen pruebas científicas de que el amor refuerza los mecanismos auto-inmunitarios del cuerpo. Los que obran mal acumulan una cólera mucho mayor contra ellos mismos que contra los demás. Se hacen daño a sí mismos endureciéndose. No hay persona espiritualmente sana que pueda desear el mal o el
sufrimiento a otros.
El mal es el resultado de la ignorancia: ignorancia de las leyes que gobiernan el universo; ignorancia de que el camino del amor incondicional, de la obediencia a la Regla de oro, es el camino supremo hacia la felicidad y la libertad para todos; ignorancia del hecho de que más pronto o más tarde, el mal que cometemos conscientemente vuelve a nosotros y a menudo con sobrecargas multiplicadas.
 
En el fondo del peor criminal se oculta un hijo o una hija del Creador que no sabe lo que él mismo es. Solo el amor permite a una persona que se siente culpable o que está totalmente convencida de su postura, modificarla. Cuando una persona está a la defensiva es muy difícil que modifique su punto de vista porque solo piensa en la supervivencia, sea de su pequeño “ego”, sea de algún privilegio material que se empeña en defender.
 
Cuenta una mujer que iba por la calle detrás de dos hombres que caminaban uno tras otro. El primero entró en una tienda y sin advertirlo se le cayó la cartera al suelo. El segundo se precipitó sobre ella y se la metió en el bolsillo siguiendo su camino.
Mientras tanto la mujer que lo vio todo, en vez de condenar al ladrón, afirmó silenciosamente su integridad como imagen de Dios. Se dijo para sí: "Un hijo de Dios es honrado, solo puede actuar de forma justa y correcta."
En esto el hombre que entró en la tienda salió precipitadamente buscando su cartera. Al mismo tiempo el otro que le había robado, volvió sobre sus pasos y se la entregó a su propietario diciendo: “Esta mujer me ha dicho que debía devolvérsela” Pero la mujer no lo había dirigido ni una palabra! Amar al prójimo es reconocer la creación perfecta de Dios en él, en cada persona.
 
Este relato muestra hasta qué punto, detrás de las apariencias, habitamos un universo en el que lo mental y lo espiritual son quizás infinitamente más importantes de lo que nos imaginamos; en el que las personas sienten nuestros pensamientos más íntimos y reaccionan ante ellos muchas veces sin saberlo.
 
Nadie puede ser nuestro enemigo si nosotros no le damos ese poder. Esto se debe al hecho de que toda la vida es interpretación y todo lo que ocurre ha de pasar por el filtro de nuestra conciencia, de nuestra percepción. Un suceso “en sí mismo” no existe; somos nosotros los que interpretamos todos los sucesos, nuestras relaciones, nuestras percepciones sensoriales. En cierto modo cada uno de nosotros crea su propia realidad cada día, cada instante, con su forma de percibir y definir las cosas.
 
El amor incondicional es el comportamiento normal y racional de quienes han integrado de verdad la idea de que el ser humano y el universo “es” (y ni “son”) uno. Si todo es expresión infinita de un Principio de amor infinito no puede haber separación por ningún lado.
Publicado por
Dia por dia me supero
Con infinito amor
se los entrego.
Dannys.

 

LA REGLA DE ORO: BENDICE TODO.

Bendice tu ciudad, tus gobernantes y a todos como los educadores, enfermeras, barrenderos, sacerdotes y prostitutas. Cuando alguien te muestre la menor agresividad, cólera o falta de bondad, responde con una bendición silenciosa. 
 
Bendice totalmente, sinceramente, gozosamente, porque esas bendiciones son un escudo que los protege de la ignorancia de sus maldades, y cambia de rumbo la flecha que te han disparado.
 
La regla de oro que todas las religiones enseñan es ésta: “No hagas a otro lo que no quieras para ti” o en positivo: “Todo lo que quieras que los demás hagan por ti, hazlo tu por los otros”
 
Esta regla se aplica no solo a nuestro comportamiento sino también a nuestros pensamientos porque los pensamientos son el origen de las palabras y de los comportamientos. Pensar bien de los demás es casi lo mismo que “no juzgar”, algo muy difícil de conseguir.
 
Bendecir y amar a los que nos agreden de palabra o de obra es una armadura impenetrable que impiden que las flechas que nos buscan nos hieran interiormente. 
 
Pueden herir nuestra sensibilidad y nuestro físico pero si nosotros no queremos, no pueden dañar nuestro ser más hondo.
 
Un relato sobre la aplicación de la regla de oro:
 
El Doctor Ritchie estaba con las tropas americanas que liberaron los campos de concentración nazis en los que se corrompían las víctimas del holocauso. Cuenta este doctor que conoció a un prisionero que aún se mantenía en pie, le brillaban los ojos y estaba radiante de salud. Como hablaba varias lenguas se convirtió en
traductor de los soldados americanos en sus esfuerzos por ayudar a los prisioneros a regresar a sus casas. 
Le llamaban Wild Bill Cody por sus bigotes que recordaban los del héroe del Far West. Este hombre estaba dotado de una energía infatigable. 
 
Después de jornadas de trabajo de 15-16 horas no mostraba el menor signo de cansancio mientras que Ritchie se caía de agotamiento. Cuando los papeles de Wild Bill llegaron a su despacho, Ritchie se quedó estupefacto al ver que aquel hombre llevaba en campo de concentración ¡desde…1939! Parecía imposible que un hombre hubiera sobrevivido con tan excelente salud en un ámbito físico y mental tan horroroso.
 
Sin embargo era un hecho indiscutible. Aquel hombre había compartido las mismas barracas infestadas de piojos, había comido la misma sopa infecta que había reducido en pocos meses a los demás prisioneros a ser piltrafas humanas. Pero él derrochaba vitalidad y energía. Además era la única persona con quien todos se entendían bien en aquel campo de concentración donde reinaban unas enemistades entre las diversas nacionalidades casi tan intensas como contra los alemanes.
 
Un día, en torno a unas tazas de te, cuando Ritchie hablaba de la dificultad que podían sentir los  exprisioneros para perdonar a sus verdugos nazis, Wild Bill contó su admirable historia:
 
Era abogado en Varsovia y vivía con su mujer y cinco hijos en ghetto judío. Un día los soldados alemanes llegaron al barrio, alinearon a todos contra un muro (excepto al abogado porque hablaba alemán) y los ametrallaron sin piedad. “Tuve que decidir entonces-dijo-si iba a permitirme odiar a los soldados que habían hecho aquello.De hecho fue una decisión fácil. Yo era abogado. En mi profesión había visto con demasiada frecuencia lo que el odio puede hacer en los espíritus y en los cuerpos de la gente.
El odio acababa de matar a las seis personas que eran para mi los seres más preciosos del mundo. Decidí en aquel momento dedicar el resto de mi vida fueran unos pocos días o muchos años  "a amar a cada una de las personas con las que entrase en contacto".
 
Lo notable de este relato, es que el abogado no tomó su decisión apoyándose en ninguna base “religiosa” sino simplemente sobre la base de su experiencia de la vida y sobre su constatación de que el amor regenera y el odio destruye al mismo que lo fomenta.
 
Hoy existen pruebas científicas de que el amor refuerza los mecanismos auto-inmunitarios del cuerpo. Los que obran mal acumulan una cólera mucho mayor contra ellos mismos que contra los demás. Se hacen daño a sí mismos endureciéndose. No hay persona espiritualmente sana que pueda desear el mal o el
sufrimiento a otros.
El mal es el resultado de la ignorancia: ignorancia de las leyes que gobiernan el universo; ignorancia de que el camino del amor incondicional, de la obediencia a la Regla de oro, es el camino supremo hacia la felicidad y la libertad para todos; ignorancia del hecho de que más pronto o más tarde, el mal que cometemos conscientemente vuelve a nosotros y a menudo con sobrecargas multiplicadas.
 
En el fondo del peor criminal se oculta un hijo o una hija del Creador que no sabe lo que él mismo es. Solo el amor permite a una persona que se siente culpable o que está totalmente convencida de su postura, modificarla. Cuando una persona está a la defensiva es muy difícil que modifique su punto de vista porque solo piensa en la supervivencia, sea de su pequeño “ego”, sea de algún privilegio material que se empeña en defender.
 
Cuenta una mujer que iba por la calle detrás de dos hombres que caminaban uno tras otro. El primero entró en una tienda y sin advertirlo se le cayó la cartera al suelo. El segundo se precipitó sobre ella y se la metió en el bolsillo siguiendo su camino.
Mientras tanto la mujer que lo vio todo, en vez de condenar al ladrón, afirmó silenciosamente su integridad como imagen de Dios. Se dijo para sí: "Un hijo de Dios es honrado, solo puede actuar de forma justa y correcta."
En esto el hombre que entró en la tienda salió precipitadamente buscando su cartera. Al mismo tiempo el otro que le había robado, volvió sobre sus pasos y se la entregó a su propietario diciendo: “Esta mujer me ha dicho que debía devolvérsela” Pero la mujer no lo había dirigido ni una palabra! Amar al prójimo es reconocer la creación perfecta de Dios en él, en cada persona.
 
Este relato muestra hasta qué punto, detrás de las apariencias, habitamos un universo en el que lo mental y lo espiritual son quizás infinitamente más importantes de lo que nos imaginamos; en el que las personas sienten nuestros pensamientos más íntimos y reaccionan ante ellos muchas veces sin saberlo.
 
Nadie puede ser nuestro enemigo si nosotros no le damos ese poder. Esto se debe al hecho de que toda la vida es interpretación y todo lo que ocurre ha de pasar por el filtro de nuestra conciencia, de nuestra percepción. Un suceso “en sí mismo” no existe; somos nosotros los que interpretamos todos los sucesos, nuestras relaciones, nuestras percepciones sensoriales. En cierto modo cada uno de nosotros crea su propia realidad cada día, cada instante, con su forma de percibir y definir las cosas.
 
El amor incondicional es el comportamiento normal y racional de quienes han integrado de verdad la idea de que el ser humano y el universo “es” (y ni “son”) uno. Si todo es expresión infinita de un Principio de amor infinito no puede haber separación por ningún lado.
Publicado por
Dia por dia me supero
Con infinito amor
se los entrego.
Dannys.

 

LA REGLA DE ORO: BENDICE TODO.

Bendice tu ciudad, tus gobernantes y a todos como los educadores, enfermeras, barrenderos, sacerdotes y prostitutas. Cuando alguien te muestre la menor agresividad, cólera o falta de bondad, responde con una bendición silenciosa. 
 
Bendice totalmente, sinceramente, gozosamente, porque esas bendiciones son un escudo que los protege de la ignorancia de sus maldades, y cambia de rumbo la flecha que te han disparado.
 
La regla de oro que todas las religiones enseñan es ésta: “No hagas a otro lo que no quieras para ti” o en positivo: “Todo lo que quieras que los demás hagan por ti, hazlo tu por los otros”
 
Esta regla se aplica no solo a nuestro comportamiento sino también a nuestros pensamientos porque los pensamientos son el origen de las palabras y de los comportamientos. Pensar bien de los demás es casi lo mismo que “no juzgar”, algo muy difícil de conseguir.
 
Bendecir y amar a los que nos agreden de palabra o de obra es una armadura impenetrable que impiden que las flechas que nos buscan nos hieran interiormente. 
 
Pueden herir nuestra sensibilidad y nuestro físico pero si nosotros no queremos, no pueden dañar nuestro ser más hondo.
 
Un relato sobre la aplicación de la regla de oro:
 
El Doctor Ritchie estaba con las tropas americanas que liberaron los campos de concentración nazis en los que se corrompían las víctimas del holocauso. Cuenta este doctor que conoció a un prisionero que aún se mantenía en pie, le brillaban los ojos y estaba radiante de salud. Como hablaba varias lenguas se convirtió en
traductor de los soldados americanos en sus esfuerzos por ayudar a los prisioneros a regresar a sus casas. 
Le llamaban Wild Bill Cody por sus bigotes que recordaban los del héroe del Far West. Este hombre estaba dotado de una energía infatigable. 
 
Después de jornadas de trabajo de 15-16 horas no mostraba el menor signo de cansancio mientras que Ritchie se caía de agotamiento. Cuando los papeles de Wild Bill llegaron a su despacho, Ritchie se quedó estupefacto al ver que aquel hombre llevaba en campo de concentración ¡desde…1939! Parecía imposible que un hombre hubiera sobrevivido con tan excelente salud en un ámbito físico y mental tan horroroso.
 
Sin embargo era un hecho indiscutible. Aquel hombre había compartido las mismas barracas infestadas de piojos, había comido la misma sopa infecta que había reducido en pocos meses a los demás prisioneros a ser piltrafas humanas. Pero él derrochaba vitalidad y energía. Además era la única persona con quien todos se entendían bien en aquel campo de concentración donde reinaban unas enemistades entre las diversas nacionalidades casi tan intensas como contra los alemanes.
 
Un día, en torno a unas tazas de te, cuando Ritchie hablaba de la dificultad que podían sentir los  exprisioneros para perdonar a sus verdugos nazis, Wild Bill contó su admirable historia:
 
Era abogado en Varsovia y vivía con su mujer y cinco hijos en ghetto judío. Un día los soldados alemanes llegaron al barrio, alinearon a todos contra un muro (excepto al abogado porque hablaba alemán) y los ametrallaron sin piedad. “Tuve que decidir entonces-dijo-si iba a permitirme odiar a los soldados que habían hecho aquello.De hecho fue una decisión fácil. Yo era abogado. En mi profesión había visto con demasiada frecuencia lo que el odio puede hacer en los espíritus y en los cuerpos de la gente.
El odio acababa de matar a las seis personas que eran para mi los seres más preciosos del mundo. Decidí en aquel momento dedicar el resto de mi vida fueran unos pocos días o muchos años  "a amar a cada una de las personas con las que entrase en contacto".
 
Lo notable de este relato, es que el abogado no tomó su decisión apoyándose en ninguna base “religiosa” sino simplemente sobre la base de su experiencia de la vida y sobre su constatación de que el amor regenera y el odio destruye al mismo que lo fomenta.
 
Hoy existen pruebas científicas de que el amor refuerza los mecanismos auto-inmunitarios del cuerpo. Los que obran mal acumulan una cólera mucho mayor contra ellos mismos que contra los demás. Se hacen daño a sí mismos endureciéndose. No hay persona espiritualmente sana que pueda desear el mal o el
sufrimiento a otros.
El mal es el resultado de la ignorancia: ignorancia de las leyes que gobiernan el universo; ignorancia de que el camino del amor incondicional, de la obediencia a la Regla de oro, es el camino supremo hacia la felicidad y la libertad para todos; ignorancia del hecho de que más pronto o más tarde, el mal que cometemos conscientemente vuelve a nosotros y a menudo con sobrecargas multiplicadas.
 
En el fondo del peor criminal se oculta un hijo o una hija del Creador que no sabe lo que él mismo es. Solo el amor permite a una persona que se siente culpable o que está totalmente convencida de su postura, modificarla. Cuando una persona está a la defensiva es muy difícil que modifique su punto de vista porque solo piensa en la supervivencia, sea de su pequeño “ego”, sea de algún privilegio material que se empeña en defender.
 
Cuenta una mujer que iba por la calle detrás de dos hombres que caminaban uno tras otro. El primero entró en una tienda y sin advertirlo se le cayó la cartera al suelo. El segundo se precipitó sobre ella y se la metió en el bolsillo siguiendo su camino.
Mientras tanto la mujer que lo vio todo, en vez de condenar al ladrón, afirmó silenciosamente su integridad como imagen de Dios. Se dijo para sí: "Un hijo de Dios es honrado, solo puede actuar de forma justa y correcta."
En esto el hombre que entró en la tienda salió precipitadamente buscando su cartera. Al mismo tiempo el otro que le había robado, volvió sobre sus pasos y se la entregó a su propietario diciendo: “Esta mujer me ha dicho que debía devolvérsela” Pero la mujer no lo había dirigido ni una palabra! Amar al prójimo es reconocer la creación perfecta de Dios en él, en cada persona.
 
Este relato muestra hasta qué punto, detrás de las apariencias, habitamos un universo en el que lo mental y lo espiritual son quizás infinitamente más importantes de lo que nos imaginamos; en el que las personas sienten nuestros pensamientos más íntimos y reaccionan ante ellos muchas veces sin saberlo.
 
Nadie puede ser nuestro enemigo si nosotros no le damos ese poder. Esto se debe al hecho de que toda la vida es interpretación y todo lo que ocurre ha de pasar por el filtro de nuestra conciencia, de nuestra percepción. Un suceso “en sí mismo” no existe; somos nosotros los que interpretamos todos los sucesos, nuestras relaciones, nuestras percepciones sensoriales. En cierto modo cada uno de nosotros crea su propia realidad cada día, cada instante, con su forma de percibir y definir las cosas.
 
El amor incondicional es el comportamiento normal y racional de quienes han integrado de verdad la idea de que el ser humano y el universo “es” (y ni “son”) uno. Si todo es expresión infinita de un Principio de amor infinito no puede haber separación por ningún lado.
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Dia por dia me supero
Con infinito amor
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Dannys.

 

PORTADA LIBRO LA SEMILLA UN LIBRO PARA RECORDAR Pedro J. Perez www.librolasemilla.com

Libro La Semilla

 

 

LIBRO IMPRESO EN PAPEL LA SEMILLA (Español)
LIBRO LA SEMILLA EN PAPEL - AMAZON LIBROS
EBOOK LA SEMILLA (Castellano)
EBOOK LA SEMILLA - GOOGLE PLAY LIBROS

 

https://www.youtube.com/watch?v=0wJGKuLDbhY&feature=youtu.be

 

https://www.youtube.com/watch?v=DpbIn_tfKXw&feature=youtu.be

SINOPSIS:

El libro LA SEMILLA es es un libro revelador, una herramienta para que las personas despierten a una nueva realidad que ha permanecido oculta en favor de los intereses de unos pocos.

Descubre EL SECRETO que esconde LA LEY DE LA ATRACCIÓN, los principios de la verdadera ESPIRITUALIDAD, la METAFÍSICA DE LA VIDA, la AUTOAYUDA, el CRECIMIENTO PERSONAL, la FÍSICA CUÁNTICA, el PENSAMIENTO POSITIVO, el DESARROLLO PERSONAL y LA SANACIÓN DE las EMOCIONES y TRAUMAS PASADOS... Y haz que tu Mundo active la llegada de una NUEVA ERA donde puedas vivir en PAZ y ARMONÍA lejos del hermetismo y la ignorancia a la que hemos estado sometidos.

"No espere más, porque esperando se nos va la Vida que esperamos... Y no podremos comprar aquello que no tiene precio"

Podemos estar toda la Vida en una noria mientras tropezamos una y otra vez, sin saber por qué. O podemos DESPERTAR a esta nueva REALIDAD, a una nueva CONSCIENCIA

"Naciste con nada y a la vez con todo. Y has de ser feliz con nada, para poder ser feliz con todo"

Muchos maestros espirituales, como BUDA y JESÚS, además de otros grandes seres que han marcado nuestra historia, como el gran MAHATMA GANDHI, LAO-TSE, CONFUCIO o HERMES TRISMEGISTO, intentaron abrirnos los ojos y hacernos VER.

Ponen etiquetas como Pseudociencia, Pseudomísticos, Conspiranoico o Teoría de la Conspiración y hacen campañas en contra de todo aquel o aquello que va en contra de su beneficio, como sucede con las TERAPIAS ALTERNATIVAS.

Todo aquello que intente interferir en su propósito, es eliminado y alienado por su maquinaria de distracción masiva. Todo lo que no les conviene es PSEUDO y CONSPIRACIÓN... O simplemente se encargan de destruir la credibilidad de las personas que van contracorriente, tachándolos de charlatanes o locos.

"No podremos comprender el Todo, si no nos situamos en el Todo"

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Hay escritores magníficos en EL AHORA y que nos acompañaron poco tiempo atrás, que nos ofrecen enseñanzas extraordinarias, como son el caso de Deepak Chopra, Wayne Dyer, Ekhart Tolle, Neale Donald Walsch, Emilio Carrillo, Jorge Bucay, Rhonda Byrne, Paulo Coelho, Nassim Haramein, Tony Robbins, Daniel Goleman, Robert Kiyosaky, Viktor Frankl, Robert Fisher, Álex Trías, Fernando Rovira, El Dalai Lama, Louse L. Hay, Suzanne Powell, Robin Sharma, Jack Canfield, Ramón Campayo, Cayetano Arroyo, Nunc, Dan Millman, Bernardo Stamateas, Eduardo Punset, Elsa Punset, Michael Brown, Walter Riso, Gregg Braden, Joe Vitale, Fred Alan Wolf, Lain García Calvo y otros muchos, algunos menos conocidos, pero que te ayudarán a SER FELIZ.

También puedes ver vídeos y audios con noticias y enseñanzas alternativas en canales de Youtube como Mindalia Televisión o La Caja de Pandora y leer revistas como Discovery Salud y Mente Sana que te aportarán sabiduría además de estimular tu propia intuición.

 

ÍNDICE:

-Introducción

-Construyendo los cimientos

-La ignorancia es el límite de nuestra libertad

-Las religiones

-Energía. Todo lo que existe es energía

-El orden

-2012, el inicio de una nueva Era

-Las civilizaciones antiguas

-El agua

-Los otros

-El sentido de la vida

-La mujer… Lo femenino

-El amor

-Conócete a ti mismo

-El centésimo mono

-Los que manejan el mundo

-El lenguaje de Dios

-Los niños índigos, Cristal y los niños Súper-Psíquicos

-El origen

-Los números, la geometría y los astros

-Fenómeno 11:11

-El último Presente

-El Sueño

-Reflexión. A modo de síntesis

-Un poco de ayuda

-Oración de co-creación

-¡Despierta!

Solapa 1 LA SEMILLA UN LIBRO PARA RECORDAR

Solapa 2 LA SEMILLA UN LIBRO PARA RECORDAR

LIBRO LA SEMILLA UN LIBRO PARA RECORDAR - PEDRO J. PÉREZ - THE SEED BOOK A BOOK TO REMEMBER - PEDRO JAVIER PÉREZ CÁCERES

Pedro Javier Pérez Cáceres

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